viernes, 20 de marzo de 2009

Habla el Ex timonel nacional de la JS, Juan-Pablo Pallamar:

“La democracia está con menopausia e impotencia sexual”

Cierre de campaña Jóvenes x Bachelet. De Iz. a Der: Juan-Pablo Pallamar, Pdte. nacional de la JS, Pdta. Michelle Bachelet y Daniel Manouchehri Coordinador del comando.

Por Carmen Huerta Sandoval

Santiago.-Este viernes a las 24 hrs. se cierra en el PS el plazo para ser precandidato al Congreso. Así lo informó el Secretario General, Marcelo Schilling, 

tras la última comisión política. Esto agitó las aguas y la impertérrita tranquilidad veraniega entre las filas socialistas. Concentrando ahora sus energías, al Comité Central que realizarán este sábado 14, para zanjar sus precandidatos a diputado y senador.

Así, en medio de un PS sacudido por la definición presidencial de la concertación, a diferencia de otros años, crece el debate de recambio. De forma inusual, han ido tomando fuerza como posibles candidatos a diputados algunos nombres de jóvenes 20 hasta 30

 años, menores a los veteranos y actuales dirigentes socialistas.

No se consideran “díscolos” ni “disidentes”. Según ellos, son parte de la generación de “una nueva era de cambios radicales”, que para ellos ya ha comenzado.

Uno de sus más renombrados personajes es el ex Presidente nacional de la Juventud Socialista, Juan-Pablo Pallamar, quien a sus 28 años, ya ha desempeñado importantes responsabilidades en el partido socialista, habiendo sido parte de la dirección nacional de su partido y como dirigente estudiantil.

Pallamar, no sólo resuena como candidato a diputado socialista, sino que su nombre también figuró en la elección del 2005, donde se vislumbró como uno de los favoritos del PS por Temuco, cupo que finalmente acabó siendo radical. Rancagua, también resultó ser una de las ciudades ha sonado mu fuerte y donde hoy es dirigente del Comité Central del PS.

Y es que parece no son pocos los que ven en la figura de este líder “parte del futuro del futuro del PS”. Entre esa gente, se encuentra la recién electa concejala por Pudahuel, Lavinia Reyes, quien ha declarado abiertamente que Pallamar “es el cambio generacional que requiere Pudahuel” y “un socialista coherente a Diputado”.

 En la siguiente entrevista Juan-Pablo Pallamar se refiere a su vocación política y a cómo la oportunidad de ser diputado sería el siguiente paso para continuar en la senda de su intrínseca vocación política y de servicio social.


De Der. a Iz.: Juan-Pablo Pallamar, Pdte. JS; Daniel Manouchehri, Coordinador del comando; Millarai Viera actriz.

De Der. a Iz.: Juan-Pablo Pallamar, Pdte. JS; Daniel Manouchehri, Coordinador del comando; Millarai Viera actriz.

¿Cómo has recibido la proclamación de algunos militantes de tu partido?

Ante todo, agradezco este apoyo, respaldo y consideración. La verdad es, que en  la zona norte de Santiago, tengo grandes amistades. Especialmente en Quilicura, Pudahuel y Colina hay muchas personas a quienes valoro y aprecio mucho, que para mí son la expresión de la gente más trabajadora, que como sabemos todos, son una mayoría en Chile. Entre ellos varios concejales y dirigentes de todas las edades me han manifestado su absoluto respaldo. Y naturalmente, la voluntad mueve montañas. Ellos plantean grandes desafíos que requieren personas dispuestas y preparadas para eso. Y yo creo que hay que cambiar Chile, América y el mundo.

 

Entonces ¿Te gustaría ser diputado del PS?

Sí, me encantaría ser diputado, ya que no que me permitiría ayudar a más personas y plasmar de mejor manera mi vocación por contribuir al bienestar de las personas.

Ciertamente, el parlamento es uno de los poderes soberanos más importantes de la nación. Y mis convicciones son absolutas. Quiero justicia social y cultural, igualdad y una verdadera democracia para todas las personas no mañana, ni a 36 cuotas plazo… Sino que ahora, hoy, en este momento. Yo soy parte de la nueva era de cambios radicales. Aquí hay una nueva generación dónde el “estoy ni ahí” está muerto. No son los partidos los que necesitan jóvenes, es la gente, la ciudadanía, el pueblo. Y los partidos, especialmente el mío, debe asumirlo cuanto 

antes y colaborar.

 

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Hay que acelerar el proceso y los progresos que permitan una dignidad plena. Ahí está el rol de la juventud. En la presión, la energía, en la aceleración de sus organizaciones y sus instituciones. Para mí los “díscolos” y “disidentes” me parecen unos oportunistas electorales. Pero no me conformo ni un milímetro con lo que hoy tenemos por mucho a que lo valore y a que claramente podría ser bastante peor. Hay muchos ejemplos en el continente.

 

¿Crees que en el partido pueden considerarte demasiado joven?

En lo absoluto, sería un error creerlo. Ser joven no puede considerarse sinónimo de impedimento, atrofia o enfermedad. Más bien, todo lo contrario. Si soy diputado será porque quiero cambiar la realidad de nuestro país. Porque creo que podemos hacer una sociedad diametralmente mejor a la de hoy.

 

¿Cuál es tu visión acerca de los principales problemas sociales del país?

Evidentemente, hay una la realidad social de injusticia material y de oportunidades detrás. El cesante no necesita trabajo mañana lo necesita ahora. Al igual que la señora María que necesita ser operada. O el trabajador que no le alcanza el sueldo para tener una mejor vida.

 

Por ejemplo, hoy es algo trivial reírse del hambre mundial. Y es ser conflictivo hablar de las injusticias que viven muchos. Aquí, el principal problema no es el asalto o el robo. Esas son consecuencias de algo mucho más duro que pocos admiten: la desigualdad de vida entre unos pocos ricos y una mayoría pobre. Esto no lo digo yo, lo dicen las estadísticas del gobierno, de la derecha, la ONG’s, y los organismos internacionales. Hace más de 50 años que hay la misma desigualdad social. De cada 100 chilenos, hay 10 que concentran el 80% de la riqueza que entre todos juntan. Hay un 10% en Chile, que gana en promedio ¡35 veces más! que el 10% más pobre. Así, podemos seguir y seguir sacando cuentas de una realidad que está a la vista.

 

Entonces ¿Cuáles son los desafíos del futuro?

Aquí en Chile, para sembrar la base sólida de una sociedad con real igualdad y equidad, socio-económica, cultural y política, hay que hacer una nueva constitución nacional. Y lo planteo radical y derechamente porque si llegásemos a cambiar el sistema binominal, significa que también tendríamos los 80 diputados y los 25 senadores de quórum requeridos para cambiar la constitución entera. Entonces, ¿Por qué seguir apuntando al sistema político cuando nadie lo entiende? Y ¿Cómo no, si es injusto? ¿Por qué no mejor buscar, derechamente, una mayoría para cambiar la constitución?

 

La conclusión radica en un debate nacional que desemboque en una nueva institucionalidad democrática, que convoque a la ciudadanía a ser propietaria de su futuro, siendo conscientes de la desigualdad medio ambiental, socio-económica, étnica y cultural, gremial y política. Por tanto, el desafío de hoy es caminar hacia un plebiscito que decida si, conservamos o no la realidad injusta de Chile por medio de una movilización nacional. Toda vez que seamos capaces de alimentar una mayoría que use el gobierno y sus parlamentarios en esa dirección. El desafío de hoy y del futuro, es asumir que podemos y debemos cambiar total y completamente nuestra realidad. Para preservar el agua, los recursos primarios, el trabajo y construir derechos humanos plenos que acaben con la violencia, la delincuencia y las diferencias sociales y culturales absurdas.

 

¿Por qué Pudahuel y no Rancagua?

Eso, debieras preguntárselo a las personas que desean que yo sea su representante en la Cámara. Pero partamos de la base que los graves problemas de desigualdad son globales. Y por tanto, también nacionales, regionales y comunales. Ante eso, donde me encuentre voy a poner todas mis energías en luchar por un barrio, una comuna, país o mundo mejor. Incluso cuando vivía en Francia en el exilio de mis padres, el esfuerzo era por todos, por el país y también por otras causas que se conocían allá. Cuando fui presidente de la JS, logramos movilizar a cientos de miles de jóvenes en la campaña de la presidenta Bachelet, y como tal me parece que, si mis compañeros creen que soy la mejor carta para el distrito 16, es porque saben que impulsaríamos grandes cambios también desde la zona norte de Santiago.

 

¿Qué harías si fueras diputado?

Buscaría la unidad de todos quienes quieran estas transformaciones. Buscaría la convergencia con todos los actores sociales y ciudadanos. Impulsaría un plebiscito nacional. Presionaría por mejorar el transporte público con un horario nocturno enfocado a la juventud, el desarrollo de un ferrocarril terrestre conectado al metro, pensando sobre todo, en las zonas más rurales. Tanto como un servicio público para temporeros, trabajadores, estudiantes y ciudadanía en general sino también para apoyar y reforzar el desarrollo económico de la zona con una conectividad altamente eficiente, limpia y productiva. Promovería el trabajo distrital de los municipios para optimizar y complementarse frente a las necesidades y problemas como a sus propias virtudes. Impulsaría la legalización del cultivo de la marihuana con el objetivo de focalizar el narcotráfico en las drogas duras, y optimizar su erradicación. Promovería la legalización del aborto hasta las 8 semanas, como un derecho democrático de las personas, sobre todo las mujeres a decidir plenamente sobre su cuerpo y reducir los embarazos no deseados. Lucharía por renacionalizar el agua para garantizar y viabilizar su uso económico y asegurar su uso público. Así tendríamos plazas, parques, calles y casas más verdes así como, una agricultura más moderna y una industria más limpia.

Son muchas las cosas que haría. Y en consecuencia, lo central es, que un diputado solo, nunca encarnará la esencia de esa mayoría que lo eligió. Por lo tanto, mi acción parlamentaria estaría enfocada a movilizar a la ciudadanía para que sea más protagonista y dueña de su presente y futuro que nunca.

 

¿Cuál es tu opinión de la Concertación?

Me parece que la Concertación al igual que todos los sectores políticos, la democracia está con hipertensión, colesterol alto, reumatismo, sendentarismo, menopausia e impotencia sexual. Si no se cuida de la sal, la pimienta y los condimentos en general, va directo a un paro cardíaco. Incluso yo diría que en algunos casos va directo hacia el Alzeimer. Entonces, o adopta una convivencia sana y liviana con la cual pueda seguir viviendo pero avanzando cada día más lento y menos vital; o, asume que en estos tiempos ya se ha descubierto como regenerar células, algo absolutamente inaudito hace veinte años atrás, y que la nueva medicina requiere tomar riesgos y mucha inversión para acceder a ella. Y en este caso eso llama, juventud. Creo que podemos ganar el próximo gobierno pero me temo que hay un desorden, una pérdida de sentido, que será más profunda en lo que viene.

 

¿Cómo ves tú partido?

¡“Chato”! Amurrado y aburrido de las peleas, de los “chantas” y los chantajes. Y sobre todo, desgastado por el sistema político. Es difícil ser socialista debiendo renunciar todos los días a parte de tu identidad y tus convicciones más profundas en post del bien común, eso cansa. Pienso que el PS está en una encrucijada cada vez más áspera porque hay muchas opiniones y poca voluntad de dialogar, lo que implica escuchar. El clientelismo es una realidad brutal que desalienta a una gran mayoría que no está en ese camino. Y cuando ser socialista o dedicarse a la política pasa a ser sinónimo de corrupto, delincuente, estafador y charlatán creo que la crisis de identidad es inminente, ganan las apuestas personalistas, los mercenarios y los avaros que están y estarán siempre presentes en todos los ámbitos de la sociedad. Una sociedad sana no es mundo donde has aniquilado a los oportunistas, es un país donde la mayoría trabajadora, que se esfuerza y permite el progreso, es fuerte y dominante frente a ese mundillo corrosivo. Y cuando pierdes las energías, te enfermas y crees que no tienes que ir al médico porque en tu cabeza eres “súperman”, renovar tus energías, tus ideas y tus prácticas será lo último que lograrás. Y eso, te pasa la cuenta tarde o temprano.

El PS es un gran partido. Tiene mucha historia y potencialmente un futuro en extremo importante para el país. Sin embargo, el PS no sobrevivirá a las dificultades que se avecinan si no se entrega a su destino que es el cambio profundo de la sociedad. Por tanto, no habrá nuevas ideas ni historia sin gente nueva.

Por lo mismo, le he dicho a todos, que la condición para ser diputado en esta vuelta, es contar el respaldo de un PS realmente unido. De lo contrario, faltaría un importante ingrediente para ser un diputado de cambio, y no uno más, en actual sopa de la democracia.

 

¿Qué piensas del acuerdo con el PC?

Creo que es será un paso importante en la construcción de una mayoría más grande y contundente. Considerando lo importante que es tener al PC en el parlamento, y que un acuerdo permita romper con la exclusión que el binominal genera, lo clave es que aún así, éste no será derogado. Y por tanto, continuará el mismo mecanismo de elección de representantes con un parlamento siempre empatado entre dos coaliciones, pierda o gane la concertación. Más allá de algunos errores históricos que se puedan atribuir, el hecho es que con el PC adentro del parlamento o no, la respuesta democrática al sistema que no nos permite dar el salto como sociedad, continúa siendo la movilización nacional.

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