sábado, 2 de octubre de 2010

Brasil: el Corazón de América Latina.

Elecciones 2010

Por Juan-Pablo Pallamar

Este domingo (03/10/2010), más de 135 millones de brasileños están llamados a elegir un nuevo presidente. Una potencia en el corazón de América Latina (AL). Más de 190 millones de habitantes y una superficie cercana a los 8,5 millones de km2 despertaron en el concierto internacional luego de las dos administraciones de Luiz Inácio Lula Da Silva. Brasil hace sentir su economía, su política, su cultura y su sociedad. Un peso ejercido sólo por EEUU. En un lejano segundo lugar, Europa, sin obviar el peso económico de China. Hoy, la elección de los brasileños es más importante para AL.

Tres candidatos más fuertes: José Serra del Partido Social Demócrata de Brasil (PSDB), Marina Silva del Partido Verde (PV) y Dilma Roussef del Partido de los Trabajadores (PT).

¿Qué puede esperar AL de la elección de estos tres candidatos en el Brasil del 2010?

El Brasil del 2010 se llama Lula.

Antes del PT, los gobiernos post-dictadura afrontaron las turbulencias internacionales de los años 90’ en medio de la implementación de la nueva Constitución del 1988. Sobre lo cual, Fernando Henrique Cardoso del PSDB (antecesor de Lula), desarrolló el “plan Real” de rigor económico con una nueva moneda, frente a la inestabilidad económica que Brasil y el mundo enfrentaron.

Los años Lula, sin embargo, no desmantelaron la línea macroeconómica de Cardoso durante la que más de 10 millones de personas salieron de la pobreza, pues la dimensión social del Estado fue radicalmente profundizada por el PT. Más de 25 millones de personas salieron de la pobreza gracias a la “bolsa familia” de Lula.

En el plano diplomático, más de 50 nuevas embajadas en el mundo. Transformó el empresariado brasileño. Ejemplo de ello es Petrobras. Hoy la segunda petrolera del mundo después de Exxon. Aceleró la masiva creación de empleos calificados, repercutiendo en la industrialización de punta que en algunos sectores lidera. Un ejemplo es el desarrollo de la industria militar única en AL. Un acento con incidencia incuestionable en los asuntos de AL, que transita hacia una autonomía creciente de la influencia norteamericana.

El exitoso fin del mandato Lula (más de 80% de apoyo) se ha anclado en un optimismo cultural que más del 96% de los brasileños siente frente a su futuro y al del país. Lo cual potencia su espíritu nacional para conquistar un decisivo espacio en los grandes temas del mundo: seguridad, energía, medio ambiente, democracia, justicia social e integración cultural. De ahí que un cambio de gobierno puede parecer inocuo para AL si observa que su potencia trasciende hoy el color de un gobierno. Sin embargo, AL, un continente rico, demuestra lo sensible que es a los cambios y los matices de los discursos.

América Latina (AL): Brasil representado por: ¿Serra, Silva o Roussef?

El segundo intento de Serra es consecuente. Según él, siempre se ha preparado para ser presidente. En 2002, fue ampliamente vencido por Lula. Y no obstante su historia de izquierda y militante de un partido de la Internacional Socialista, haber incluso vivido su exilio en Chile y haber sido detenido por la junta militar, hoy, lidera nuevamente la centro-derecha opositora al PT.

Serra conoce el Estado brasileño. Fue un activo Ministro de planificación de Cardoso. Últimamente, ejerció cargos de elección popular a nivel federal entre otros. Pero la popularidad de Lula lo han forzado, a un continuar el discurso de transferencia social de Lula. ¿Podría, Serra, ser más audaz que el propio PT en estas materias?

Por ello, su diferencia se juega más en el plano de la política internacional. Pues su coalición podría empujar una nueva política hacia Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Argentina, Uruguay y Ecuador. Todos, gobiernos resistentes a la influencia de EEUU. En su eventual gobierno, ¿se acercaría al eje entre EEUU y Colombia en tensión con Venezuela y Ecuador (hoy en estado de convulsión luego del alzamiento militar del 30 de septiembre)? ¿Cambiaría la férrea postura de Lula en cuanto al golpe militar del 2009 en Honduras? Serra bien podría encarnar un viraje de AL hacia la derecha, afirmando los pasos de Chile, Colombia y Panamá.

Marina, del mismo tronco a otra rama, es ex Ministra de medio ambiente de Lula. Dejó el PT para ser candidata del partido verde (PV). De haber surgido de la pobreza, hoy es una novedad. No obstante al débil respaldo que el PV puede otorgarle, su opción ecológica es una cuestión en desarrollo, que hoy repercute indirectamente en lo internacional y por ende en AL, pues el medio-ambiente es, aun, más un debate de mañana que del presente. Habla con profundidad de un desarrollo productivo ecológico y sustentable, capaz de atacar radicalmente la morfología del actual desarrollo. Lo cual, pese a los avances del PT, se mantiene atrasado como en la desigualdad social que reproduce. Pero, aunque ahora su elección no es posible, se perfila como una actriz del futuro de un país con vocación y responsabilidad de liderar cambios medio-ambientales.

Dilma, la continuidad del cambio de Lula, es la principal opción con más del 50% de preferencias en las encuestas. Posiblemente ganará ahora, o en una eventual segunda vuelta, convirtiéndose en la primera mujer presidente de Brasil, sin nunca haber concursado en una elección popular.

La candidata de Lula, es una recorrida militante de izquierda. Luchó clandestina contra la dictadura. Fue torturada, encarcelada y ministra de Lula. En consecuencia, su rol es más que una mera continuidad. Pues se espera una extensión mucho más profunda de las políticas de Lula y de su preponderante agenda internacional. ¿Cómo continuará su política de RR.EE en AL? ¿Cómo avanzará más allá de la diplomacia para incidir con mejores resultados sobre la complejidad Latinoamericana?

Así, aunque los resultados de la elección presidencial estén más bien claros se imponen matices en cuanto a las circunstancias de ese resultado. Pues la primera o segunda vuelta, estarán acompañadas de los resultados de la elección de gobiernos estatales - un país federado- y del Congreso. Lo cual ejercerá presión en uno u otro sentido sobre el Brasil de Dilma.

Sin embargo, hoy por hoy, el alma de este Brasil que cambió, está fundada en el optimismo de este obrero metalúrgico, que encarna el trabajo duro y la inteligencia democrática del espíritu de esta nueva potencia forjada desde la crudeza de la pobreza brasileña.-

lunes, 17 de mayo de 2010

UNA SOCIEDAD QUE SE LLAMA HUMANIDAD

Por Juan-Pablo PALLAMAR

París, lunes 17 de mayo 2010.


“La defensa de los Derechos Humanos no son una opción (para la justicia), son una obligación” (Juez Baltazar Garzón en París).

No puedo dejar de sorprenderme. Tras la suspensión dictada por el Tribunal Supremo español, por haber querido “abrir fosas comunes” como dijo el fiscal de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, con el objeto de investigar crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura de Franco en España, a menos de una semana, en París, un país vecino de la Unión Europea, el juez Garzón es galardonado por su acción a favor de la democracia y los Derechos Humanos (DDHH). Algo que puede sembrar la confusión entre los ‘emprendedores escépticos’ que hoy se “aburren” (y les da lata…) cuando les hablan de derechos humanos. Y también entre los ‘fundamentalistas sin vergüenza(s)’ (de serlo) que rezan con cilicio en mano, que los asesinatos, las desapariciones y las torturas se justifican con un simple “eran todos comunistas”.

Más sorprendido aun. Porque el propio Dominique de Villepin, el ex Primer Ministro francés de la era Jacques Chirac, un derechista histórico y siempre presidenciable, fue quién se encargó de motejar la decisión arcaica del Tribunal Supremo español. Señaló, aquello que la babieca derecha en Chile resiente como una rotería de la izquierda que hoy “da la lata”: “la memoria, la verdad y la justicia son elementos fundamentales para que cada nación pueda avanzar y mirar al futuro”.

No obstante, tres veces sorprendido. Pues no sólo lo reconocía la Corte Penal Internacional, académicos y jueces de variadas nacionalidades, u autoridades políticas, o todavía aun, el enjambre de medios de comunicación internacionales. El auditorio repleto, que hace más de quinientas personas, todas de pie, en una ensalada de culturas tipo salpicón. Ninguna bandera roja. Más bien, distintos colores y múltiples idiomas, tronaron prolongados aplausos, que otros jueces presentes reafirmaban antes, diciendo que Garzón era el responsable de un cambio vital por la lucha contra la impunidad en el mundo. Lo reiteraron, no una sola vez, ni solo una persona. Por primera vez en la historia de la humanidad, y a partir del caso Pinochet, la justicia internacional se afirmaba como autoridad contra la impunidad de crímenes masivos contra la ciudadanía, decían.

En este sentido, para la interpretación de la historia y el futuro de Chile, no puede haber “punto final” ni “ley de amnistía” que ampare la impunidad de ningún crimen ni de ningún violador de DDHH, puesto que en el 2010, aun no hay verdad ni justicia en materia de detenidos desaparecidos. Por eso, Chile, América y el mundo, deben dar un gran paso hacia una justicia nacional jerarquizada por una justicia internacional consolidada, sometida a la Corte Penal Internacional. Pues los DDHH están por encima de las instituciones del Estado-nación. Son universales y es deber aprender de los fracasos. Por consecuencia, defender los DDHH en cualquier parte del mundo, es pensar globalmente. Y avanzar, como dijo Luis Moreno Ocampo, hacia “una sociedad que se llama humanidad”.-

jueves, 15 de abril de 2010

El recambio del bicentenario y la igualdad a la deriva.

Por Juan-Pablo PALLAMAR[1]

París, miércoles 14 de abril 2010


El socialismo chileno cumple un ciclo. Con Salvador Allende se inició el proceso de renovación del socialismo chileno. La igualdad y la democracia son principios que unió en su ideario socialista. Y a partir del golpe de Estado (1973) comenzó la revisión. El marxismo-leninismo estuvo en el centro del cuestionamiento que el proceso de renovación del socialismo chileno comenzó a forjar. Acompañado de una descomposición orgánica expresada, más tarde, en la fractura del Partido Socialista de Chile (PS).

Ricardo Núñez[2], Jorge Arrate[3], Carlos Ominami[4] (ex MIR[5]), Isabel Allende[6], Jaime Gazmuri[7], José Miguel Insulza[8] (ambos ex MAPU[9]) y Marcelo Schilling[10] entre muchos otros, impulsaron la renovación socialista. Sembraron, durante la dictadura, las bases del pacto entre socialistas y demócrata-cristianos, que en sus inicios era rechazado por dirigentes como Clodomiro Almeyda[11] que privilegiaban una alianza con otros sectores cristianos y el mundo comunista. A pesar de la división, todos los socialistas concurrieron a apoyar al Demócrata Cristiano (DC), Patricio Aylwin[12] en 1989. El éxito electoral de la Concertación de Partidos por la Democracia fue rotundo. Y sumado a la caída de la URSS, la fuerza de la renovación se acentuó. Sintetizando, finalmente, la totalidad del PS. Así fue como Gonzalo Martner[13] (ex MIR, renovado y ex nueva izquierda[14]) fue electo por más del 80% en las elecciones del 2003. Una mayoría sin precedentes en el PS gracias al pacto entre el socialismo renovado y almeydista (encabezados por Camilo Escalona[15], Luis Maira[16] y Mahmud Aleuy –ambos ex Izquierda Cristiana- y las escisiones que de ahí surgieron bajo el liderazgo de Pamela Pereira[17], Sady Melo[18] -ex MAPU- y Julio Palestro[19]). Cuestión que hoy evidencia el absurdo político de las tendencias de hace dos décadas, y contribuye a poner en duda el surgimiento de un real recambio político en el socialismo. Constatando que desde la muerte de Allende hasta la derrota de enero del 2010, la victoria de la derecha marca el fin de un ciclo de 37 años del socialismo chileno. Puesto que, paulatinamente, el proyecto socialista se ha desnaturalizado de su binomio renovado: democracia-igualdad. Debilitando la hegemonía democratacristiana-socialistas centrada en la democracia a secas.


La “Estrella Polar”[20] del socialismo (Bobbio) fue extinguiéndose en la Concertación. Conforme la división del socialismo chileno se mantuvo cristalizada en tres partidos (PS, PRSD[21] y PPD[22]). La diferencia entre socialistas y liberales no ha dejado de diluirse. Puesto que durante estos últimos 20 años, la igualdad como concepto no ha encontrado la fuerza necesaria para progresar en la realidad chilena.

La Concertación representó un genuino movimiento democrático. Pero conforme la herida de la dictadura cicatriza, el socialismo no ha logrado priorizar la reivindicación igualitarista para la cual está naturalizado expandir. Las consignas de campaña de Lagos[23] (“crecer con igualdad”) y Bachelet[24] (protección desde la infancia a la vejez), no han logrado, hasta hoy, revertir los índices de desigualdad social, impertérritos desde la dictadura (diferencia de 35 veces entre el ingreso promedio del decil más rico y más pobre[25]). Así pues, sin embargo a los avances implementados, la Concertación fracasó en materia de equidad. No obstante las expectativas ciudadanas, la democracia tendió a permanecer hueca. Apagando la aspiración igualitaria de la ciudadana o ciudadano medio y trabajador, que en enero eligió mejorar su vida mediante el chorreo empresarial, puesto que la oferta de libertad mediante la igualdad no se concreta (la desigualdad no varía, la libertad no es igual para todos).

No es mentira que la torta de la economía de Chile creció vertiginosamente durante dos décadas. En términos absolutos, se multiplicó el ingreso y la riqueza para todos los estratos socio-económicos. Aumentó el poder de compra de los hogares y su capacidad de endeudamiento. E incrementaron las oportunidades de movilidad social en los 90’, a sabiendas que la pobreza alcanzaba cerca del 40% de la población chilena a principios de los gobiernos de la Concertación. Sin embargo, la distribución de la torta siguió siendo la misma. En términos relativos, la desigualdad entre los estratos socio-económicos tiende a ser la misma durante los últimos 50 años (con un leve retroceso entre los años 70’ y 73’[26]). El pedazo de torta del 20% más rico de los chilenos se ha mantenido dominante sobre los demás quintiles (o sea el 80%), que se distribuyen menos del 45% del ingreso nacional. Porque más de la mitad de la torta está concentrada en una fracción de la población chilena. Entonces, el fin de la transición democrática[27] simplemente fue porque Chile dejó de transitar hacia un modelo de democracia igualitaria.

La Concertación no logró transformarse en una fuerza política de equidad social. Hasta ahora, nuestros parlamentarios, gobiernos y partidos no pudieron establecer iguales libertades para las y los chilenos. Pues, no todos tienes las mismas oportunidades de educación, ni de salud, trabajo, cultura y esparcimiento. Reinando aun, libertades de primera, segunda, tercera e incluso cuarta clase. Y haciendo en consecuencia, de la Concertación, una alternativa democrática limitada. Sin un socialismo cohesionado eje de un nuevo pacto entre la izquierda y el centro, entre comunistas, socialista y demócrata-cristianos.

De ahí que el recambio de proyecto de sociedad del socialismo debe sacudirse de sus propios temores y moderaciones. Puesto que es inaceptable una democracia entre desiguales y un mundo socialista complaciente a la injusticia social. El proceso de revitalización del socialismo en Chile debe iniciarse.


[1] Juan-Pablo PALLAMAR, fue Presidente nacional de la Juventud Socialista de Chile entre el 2005 y 2007 y miembro del Comité Central del Partido Socialista de Chile entre 2008 y 2009. Actualmente se encuentra cursando estudios de ciencia política en Sciences Po París.

[2] Presidente del PS en varias oportunidades, siendo líder del partido cuando Ricardo Lagos y Michelle Bachelet asumieron como Presidentes de la República. Fue senador entre el año 1990 y 2010.

[3] Presidente del PS para unificación del partido en 1989. Fue secretario de Estado y candidato a Presidente de la República en 2009 por el pacto Juntos Podemos que representa el Partido Comunista de Chile y la izquierda hasta entonces, extra-parlamentaria.

[4] Militó en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) durante la Unidad Popular. Fue secretario de Estado de los gobiernos de la Concertación y senador socialista entre los años 1994 y 2010. En el 2009, pierde su reelección como independiente, apoyando a su hijo Marco Enríquez-Ominami (ex socialista), candidato a Presidente de la República.

[5] Movimiento de Izquierda Revolucionaria.

[6] Vicepresidenta del PS en varias oportunidades. Fue Diputada socialista entre el año 1994 y 2009. Hoy es Senadora por la circunscripción de Atacama, distrito del ex senador Ricardo Núñez. Es hija de Salvador Allende.

[7] Fue militante de la Democracia Cristiana y luego Secretario General del MAPU en 1972. Fue senador socialista entre el año 1990 y 2010. Fue vicepresidente del PS en varias oportunidades.

[8] Fue militante de la Democracia Cristiana y luego del MAPU. Fue dirigente regional del PS, Canciller y secretario de Estado de los gobiernos de la Concertación. Actualmente se desempeña como Secretario General de la OEA desde el año 2005.

[9] Movimiento de Acción Popular Unitaria.

[10] Secretario General del PS entre el año 2006 y 2010. Actualmente es diputado socialista desde el año 2008.

[11] Fue secretario de Estado del Presidente Carlos Ibánez del Campo y Salvador Allende. Lideró una facción importante del socialismo durante la dictadura.

[12] Primer Presidente de la República luego de la dictadura. Fue el candidato de la coalición Concertación por la Democracia compuesta por socialistas y demócrata-crsitianos.

[13] Fue subsecretario de Estado y embajador de los gobiernos de la Concertación. Durante su juventud militó en el MIR. Fue presidente y secretario general del PS. Hizo parte de la tendencia renovada del socialismo y de la Nueva Izquierda, tendencia proveniente del almeydismo.

[14] Tendencia interna del PS que nace del almeydismo y la confluencia en el PS de sectores de izquierda cristiana. Su líder más importante es Camilo Escalona.

[15] Presidente y secretario general en varias oportunidades. Fue diputado socialista entre 1990 y 1998 y entre el 2002 y 2006. Es senador socialista desde el 2006.

[16] Secretario General del PS en el año 1992. Fue demócrata cristiano durante su juventud. Luego se escindió de la DC para participar de la conformación del partido Izquierda Cristiana y luego del PAIS –partido amplio de izquierda socialista que componía al PS-almeyda-. Fue secretario de Estado y embajador de los gobiernos de la Concertación.

[17] Fue dirigente del PS en varias oportunidades y fundadora del Colectivo de Identidad Socialista, tendencia interna del PS. Es una connotada abogada defensora de los Derechos Humanos y de los casos de violación a los mismos durante la dictadura.

[18] Vicepresidente del PS en varias oportunidades. Fue militante del MAPU en su juventud. Es fundador del Colectivo de Identidad Socialista y líder de una facción dentro de esa corriente. Actualmente es Alcalde de la comuna de El Bosque al sur de la capital desde 1992.

[19] Ha sido dirigente socialista en variadas ocasiones. Fundador del Colectivo Identidad Socialista, lidera la otra ala de ésta tendencia. Fue Concejal del municipio de San Miguel al sur de la capital. Y actualmente es su Alcalde desde el año 2005.

[20] Ver: BOBBIO, Norberto. “Derecha e izquierda. Razón y significado de una distinción”. Roma, 1994.

[21] Partido Radical Social Demócrata. Adscribe a la internacional socialista.

[22] Partido por la Democracia fundado a finales de la dictadura con la intención de representar los partidos proscritos por el régimen militar, en particular, el Partido Socialista. Adscribe a la internacional socialista

[23] Presidente de la República de Chile desde el año 2000 al 2006 representando a la Concertación. Considerado el segundo socialista jefe de Estado luego de Salvador Allende aunque gozaba de doble militancia partidaria, PS y PPD.

[24] Presidenta de la República de Chile desde el año 2006 al 2010, es la primera mujer presidenta del continente y socialista.

[25] Instituto nacional de Estadísticas, www.ine.cl. Encuesta CASEN, www.mideplan.cl.

[26]Ver: CONTRERAS, Dante. “Distribución del ingreso en Chile. Nueve hechos y algunos mitos.” Revista Perspectivas de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. http://www.dii.uchile.cl/~revista/revista/vol2/n2/07.pdf

[27] Término acuñado por los gobiernos y partidos de la Concertación para designar el período post dictadura.

jueves, 21 de enero de 2010

Renacer en la crisis.

Renacer en la crisis.

Jueves 21 de enero 2010.

Por Juan-Pablo Pallamar

ex Presidente nacional de la Juventud Socialista de Chile.

Fuimos derrotados. Y aunque no fue una catástrofe electoral (a Frei le faltaron unos 111 mil votos para lograr la mayoría absoluta) los resultados no explican por sí solos la magnitud del fracaso. El peso de la derrota descansa sobre dos cuestiones principales: Por un lado la incomprensión de haber perdido con el apoyo de una presidenta con el 80% de respaldo. Y por otro, el peso social de la igualdad y democratización esperadas, aun pendientes luego de 20 años en el poder.

¿Por qué perdimos? Básicamente porque durante los últimos años perdimos la coherencia unitaria en que nació la Concertación. Perdimos la consistencia genuina entre nuestro proyecto y nuestras acciones políticas.

La crisis se ha desatado en la Concertación. En el PS recién comienza. El socialismo dará su primera señal en el pleno del Comité Central (CC) de este fin de semana. Esta debe ser clara: recambio, reestructuración, y lo más importante, voluntad de unidad. Sin ella, el PS no superará la crisis. Y su atomización puede ser inminente frente al desafío de las elecciones municipales y de CORE del 2012. El próximo año electoral, la crisis debe haber sido superada.

Por ello, el PS debe buscar la máxima coherencia en sus determinaciones. Forzar la dimisión del Presidente o de un par de miembros de la Mesa sería un acto sólo similar al oportunismo de Meza en su pacto con la derecha por la testera de la Cámara de Diputados. Si la Mesa nacional renuncia debe seguirle la Comisión Política (CP). En esa situación, el CC, que es el órgano que elige la Mesa y la CP, reconocería en esos actos, su propio fracaso. La responsabilidad recae en todo el partido: sus dirigentes, sus autoridades populares y sus órganos. Así, la señal de transición debe orientarse a una mixtura con una generación más joven hoy parte del CC. Y al inicio de un proceso nacional de debate interno que absorba la derrota como una energía de renovación en nuestras filas. En las próximas elecciones internas la militancia decidirá qué Comité Central conducirá el partido por los próximos dos años.

Los tiempos que corren no serán fáciles para los socialistas (sobre todo desde marzo). Y el PS tendrá la tarea de proteger a su gente, volver a su matriz y enfocarse en su ‘deber ser’. Porque a pesar de la derrota la desigualdad social sigue siendo la misma hace más de 50 años. De cada 100 chilenos, 20 se apropian del 55% del ingreso nacional. 10 tienen un ingreso promedio 35 veces superior a otros 10 que son los más pobres. La educación pública gratuita, laica y de calidad es otro gran pendiente. Así como el régimen del trabajo y la calidad y acceso a la salud. Y como ya se sabía, rompimos la exclusión con el pacto Concerta-PC pero el sistema binominal sigue estando plenamente vigente, en un país que eligió un personaje que partió lucrando con la Presidencia de la República. Nuestra vigencia está en peligro si no reasumimos nuestro ‘ser’, que es el cambio profundo de la sociedad.

Pero las crisis, son también oportunidades. Hay que detener la centrífuga. Es momento de replantear unir lo que jamás debió desunirse, e integrarse con las fuerzas que hace tiempo debieron fusionarse. El origen histórico del PPD es el PS. Y son mayoría los radicales que rechazan el acto vergonzoso de su actual presidente. Ese mundo es socialista y debe iniciar su proceso de unificación. Una nueva generación y nuevas personas son esenciales para detener la fragmentación, tejiendo puentes hacia los movimientos políticos en actual formación dentro de la izquierda y centro-izquierda. Reunir los caminos aun es posible.

En el PS, esta crisis es también el comienzo del fin del orden interno que por 20 años existió. Las tendencias ya no serán las mismas. Hoy es la oportunidad para un nuevo comienzo en el socialismo. Más si es común comprender que la mayoría es inalcanzable sin que el humanismo-cristiano y humanismo-social estén en un mismo proyecto. Hoy, el tiempo de la oposición es de los comunistas, socialistas y demócrata cristianos unidos. La mayoría progresista la dará una nueva coalición capaz de remecer Chile con un proyecto de país que surja de la diversidad nacional y los trabajadores.-

Debate Educación Chile / Casa de América Latina París